El punto de detección, en el que se medirá la distancia entre monoplazas, estará situado justo antes de la última curva, permitiendo la activación del alerón trasero móvil 70 metros después del vértice de la misma. Esto dará a los pilotos la oportunidad de acercarse lo máximo posible al coche que les precede al salir de la última curva, y encarar la recta de meta para intentar el adelantamiento antes de tomar la primera curva del circuito.
El circuito de Hungaroring ha sido tradicionalmente un lugar difícil para adelantar. A pesar de que la renovación de la pista de hace unos años pretendía conseguir más oportunidades de adelantamiento en otras zonas del circuito, la primera curva a derechas sigue siendo el lugar donde se producen la mayor parte de ellos. Veremos si este año el desgaste de los neumáticos Pirelli aporta emoción a la carrera, favoreciendo los adelantamientos en pista.