Aunque parezca increíble, la FIA ha cambiado la normativa de los mapas motor y el soplado de los escapes, dos veces en tres días. El organismo rector estableció, hace ya un mes, que para el GP de Gran Bretaña todos los monoplazas sólo pudiesen soplar un 10% durante la fase de frenada, pero desde que hemos llegado a Silverstone todo se ha complicado.
Un fin de semana lleno de polémica
Durante la celebración de los primeros entrenamientos libres del viernes, la Federación comunicó a los equipos que a los motores Renault se les permitiría aumentar ese soplado (frío en este caso) hasta el 50% y los Mercedes podrían mantener un soplado ligeramente superior para evitar problemas de fiabilidad.
Desde ese momento las reuniones en el 'paddock' de Silverstone se han sucedido y hasta media hora antes del inicio de los terceros libres del sábado, no hemos tenido una decisión firme de la FIA, que ante la presión del resto de motoristas y de la afición (indignada por la manipulación del Campeonato) ha tenido que recular.
Así pues, Charlie Whiting, responsable de la FIA, ha comunicado a las todas las escuderías que los motores tendrán que soplar a partir de ahora un 10% como máximo cuando vayan a 12.000 rpm, pudiendo aumentarse el flujo hasta el 20% cuando el régimen del propulsor sea máximo (18.000 rpm). Con Mercedes se mantiene una excepción por temas de fiabilidad y su soplado podrá ser un poco superior.
Pero si hemos puesto entre interrogantes lo de "decisión definitiva" al inicio del artículo, ha sido por algo. Y es que tras conocer la noticia, Christian Horner, jefe de Red Bull, se ha cabreado muchísimo y ha ido a hablar con Whiting. "Voy a bajar a hablar con Charlie sobre esto. No estoy diciendo nada más", comentó el británico a Autosport en su camino al box de la FIA. Con lo cual, no podemos descartar que todo vuelva a cambiar de cara a la sesión de clasificación.