
"Un piloto nuevo sin casi experiencia puede llegar a la Fórmula 1 y conducir muy rápido. Es como jugar a la PlayStation. La Fórmula 1 es más rápida, de menos cerebro, menos tácticas y mucho menos trabajo en común entre el piloto y los ingenieros. Y esta no es la Fórmula 1 que me gusta".
"Puedes ser capaz de coger a cualquiera piloto entre los dos tercios delanteros de la parrilla y podría ganar si le pones en el coche correcto. El coche siempre ha sido más importante que el piloto, pero en mis tiempos los equipos sabían cuales eran los mejores pilotos".