La nueva norma se aplicaría a partir del Gran Premio de Gran Bretaña, dentro de poco más de tres semanas, así que muchos equipos ya están trabajando en las modificaciones que serán necesarias, tanto en el diseño del monoplaza como en el mapa motor. Los equipos no están seguros del impacto que tendrá este cambio, aunque muchos sospechan que podría perjudicar sobre todo a Red Bull, especialmente durante la clasificación.
Red Bull pedirá explicaciones
El próximo jueves, todos los equipos se reunirán en Londres con el "Grupo de Trabajo Técnico" (TWG) para discutir el tema. La escudería Red Bull ya ha dicho que quieren aclarar algunos aspectos sobre las razones que han llevado a la FIA a decidir que el uso del difusor soplado es ilegal. Según el director del equipo de las bebidas energéticas, Christian Horner, hay dos temas importantes: "Hay dos cuestiones. Una de ellas es el impacto que tendrá la norma. No creo que nos vaya a afectar ni más ni menos que a cualquier otro equipo. Pero la otra cuestión es comprender la propia norma y cómo funciona. Eso, sin duda, se debatirá en el TWG la próxima semana, que es probablemente el sitio adecuado para hablar de ello. Hay algunas cuestiones que queremos preguntar acerca de la nueva directiva técnica, y que necesitamos aclarar".
Para Stefano Domenicali, director de la escudería Ferrari, este cambio puede suponer el inicio de una segunda parte en la lucha por el campeonato del mundo: "En Silverstone veremos cuál es el efecto real de este cambio en la normativa sobre los gases de escape. Entonces quizás nos encontremos con un nuevo campeonato en cuanto a rendimiento, sobre todo en pistas en las que se necesita una gran carga aerodinámica".