El problema más evidente es el KERS, el equipo decidió no montarlo en Australia por presentar problemas de fiabilidad durante los entrenamientos libres, aunque su ausencia no significó mucho por las características del trazado de Melbourne. El principal problema del sistema de recuperación de energía de Red Bull es su refrigeración, en particular el sobrecalentamiento de las baterías.
El motor Renault consume un 10% más
Otro problema potencial del RB7 es el tamaño del tanque de combustible, que se podría estar quedando pequeño teniendo en cuenta además que el motor Renault consume un 10% más que la temporada pasada.
En el pasado Gran Premio, Mark Webber tuvo que detenerse nada más cruzar la línea de meta supuestamente por la reducida cantidad de combustible que le quedaba en el coche. El Reglamento obliga a los equipos a proporcionar una muestra del combustible utilizado durante la carrera para su análisis posterior, por lo que Webber no tuvo más remedio que parar su motor si quería conservar la cantidad requerida por los comisarios.
También se rumorea que el RB7 puede producir un gran desgaste en los neumáticos. Durante el pasado Gran Premio, Vettel tuvo que entrar a cambiar sus ruedas al quedarse sin agarre y ver como la distancia con Hamilton se iba reduciendo. Según el piloto alemán: "Cuando los neumáticos se acabaron, Lewis me alcanzaba y entramos a cambiarlos. Creo que fue el momento adecuado porque ya no podía hacer más vueltas con ellos".
Como ha dicho recientemente Michael Schumacher, está claro que Red Bull tiene el mejor coche, pero la pregunta es: ¿Cuánto mejor?