Eso sí, su cicatriz quirúrgica todavía no ha sanado y el diseño original del cinturón de seguridad de su MVR-02 ejercía una dolorosa presión sobre ella, como comentó el propio piloto a la publicación teutona Auto Motor und Sport: "Hemos cambiado el ángulo (de los cinturones), así que probablemente no se necesitará ningún relleno."
Su mayor problema de la semana llegó cuando tuvo que pasar los protocolarios test de la FIA este jueves, que se realizan con la intención de comprobar que el piloto puede salir del habitáculo en menos de cinco segundos. "Tuve que apretar los dientes. Con un movimiento tan rápido todavía duele", asegura el propio Glock.
Pero la única preocupación real que parece tener Timo está relacionada con el rendimiento de su monoplaza, ya que se espera que vayan a estar bastante lejos de Team Lotus tanto en Australia como en las próximas citas del calendario."Tendremos que convivir con ello durante las tres primeras carreras. La primera evolución no llega hasta Turquía. deduzco que estamos un segundo y medio por detrás de Lotus y cuatro y medio por detrás de la cabeza", comentó.