"Este invierno nos hemos fijado unos objetivos de rendimiento extremadamente ambiciosos. Como en todos los coches que construimos, intentamos impulsar su desarrollo al límite. En algunos casos hemos sobrepasado los límites, y la consiguiente falta de kilometraje ha perjudicado nuestra preparación de pretemporada".
Whitmarsh apoya las decisiones que tomó su equipo, aunque no hayan dado resultado hasta ahora: "Para eso están los test de pretemporada, y probar el coche más allá de sus límites ha sido muy instructivo en algunos aspectos".
El jefe de equipo no cree que estén en tan mala forma como sugieren los resultados de los test de pretemporada, aunque tampoco está convencido de que el equipo pueda estar a la cabeza: "Nuestro ritmo durante los test no será el mismo que el que mostraremos en Australia. Por desgracia, creo que no somos favoritos para la carrera del próximo fin de semana, pero siento que tenemos la capacidad para sorprender a algunas personas y ser competitivos".
"Como todo lo que hacemos en el equipo, nunca nos damos por vencidos. Somos luchadores, ese es el espíritu que nos ha ganado 20 campeonatos del mundo en el pasado y que nos hace un equipo al que nunca se debe subestimar".