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ENTREVISTA, 2ª PARTE

De la Rosa: "Cuando cierro los ojos pienso en la carrera de Spa de 2010"

De la Rosa: "Cuando cierro los ojos pienso en la carrera de Spa de 2010"

Redacción    4 de Marzo 2011 23:00

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De la Rosa: "Cuando cierro los ojos pienso en la carrera de Spa de 2010"

En la última entrega de esta amplia entrevista realizada por sus fans a través de su web oficial, Pedro de la Rosa ha revelado algunos detalles de su vida más personal relacionada con la Fórmula Uno, como su desazón cuando se encuentra lejos de su mujer e hijas, las vivencias compartidas con su padre durante la infancia o la posibilidad de escribir algún día sus memorias.

Asimismo, De la Rosa ha seleccionado las que para él fueron algunos de los mejores momentos sobre un monoplaza, pero también en una demostración de autocrítica ha reconocido aquellos errores de pilotaje que le hicieron perder buenas oportunidades y que aún recuerda.

"La verdad es que como mejores carreras hay bastantes, lo que ocurre es que como no ganas o no haces podium o no se te ve por la televisión la gente en general no las recuerda", afirma el catalán. "Pero por ejemplo, mi primera con McLaren en Bahréin fue espectacular. Llevaba más de dos años sin competir. Clasifiqué delante de mi compañero (Kimi) Räikkönen y luego hice la vuelta rápida. No estuvo mal".

En la temporada 2006 fue en la que más cerca tuvo la posibilidad de ganar, pero le tocó sufrir con un coche que no era el mejor McLaren de la década, y con un motor Mercedes que la escudería necesitaba homologar ante la FIA con cuatro carreras consecutivas sin roturas, lo que le obligó a correr con un límite de revoluciones inferior al de su compañero.

"En mi última carrera con McLaren en Brasil, por ejemplo, fui a una sola parada cuando todo el mundo fue a dos. Acabé 7º y desde la segunda vuelta conduje sin controlador de tracción, sin diferencial. Acabé exhausto, fue como conducir un caballo loco. Para colmo, el asiento se rompió y todo el calor del motor me entraba por la espalda que acabó en carne viva. Para muchos fue una carrera regular pues Raikkonen hizo 5º y yo 7º. Pero en esas condiciones, acabar de esa manera fue como una victoria".

De la Rosa: "Cuando cierro los ojos pienso en la carrera de Spa de 2010"

En su segunda temporada en Arrows, en 2000, estuvo cerca de su primer podio, algo que debido a la mala suerte y a la fiabilidad de su monoplaza le impidió dar el salto a una escudería grande: "Probablemente la mejor fuese la de Hockenheim 2000, cuando con el Arrows me mantuve 4º durante gran parte de la carrera, con un espontáneo que hizo que saliera el Safety Car, con un chaparrón en las últimas vueltas, fue divertidísimo aunque sólo acabara el 6º. Y en Austria 2000 yendo 3º se me rompió el sistema hidráulico. Todo el mundo se pensó que iba a 2 paradas pero no era cierto, estaba volando con gasolina para sólo una parada…".

"La peor carrera o una de las que me acuerdo cuando cierro los ojos fue la de Spa en 2010. A falta de pocas vueltas y estando en los puntos me pasé de frenada en una curva y perdí varias posiciones tontamente. Y todo porque me veía fuerte para adelantar a (Vitaly) Petrov y a (Kamui) Kobayashi que iban delante. ¡Tonto!", se lamenta el piloto español.

A pesar de todo, sentido del humor nunca le faltará a Pedro: "Otra carrera horrible fue en Indianápolis 2002. Hice una salida terrible y me coloqué último. Luego rompí el motor y al saltar del coche por encima del guardarraíl, voy y ¡me caigo a un río! (se ríe)".

Además de lo vivido en ocasiones en la pista, quizá uno de los momentos más amargos para Pedro de la Rosa en la F1 fue cuando se vio inmerso en aquella "guerra" entre Fernando Alonso y Lewis Hamilton en McLaren en 2007.

"En los entrenamientos de pretemporada siempre supe que Fernando se reservaba unas décimas en el bolsillo. De hecho, hubo muchas carreras que hasta la clasificación del sábado Fernando no lo daba todo porque quería sorprender a Hamilton en el último momento. Allí está Malasia haciendo la Pole después de estar lejos en los libres, o Mónaco, exactamente igual. Aprendí mucho de Fernando en este aspecto, confiaba al 100% en sí mismo y sabía exactamente cuánto tiempo tenía en el bolsillo para despistar, incluso a mí".

De la Rosa recuerda como le impresionó las capacidades de ambos campeones del mundo: "Cuando estuve con ellos supe enseguida que eran pilotos muy especiales. Lo que más me impresionó de ambos fue su velocidad en las tandas largas, cuando los neumáticos estaban degradados y ellos seguían rodando muy, muy rápido. Allí creo que es donde eran un poco mejores que yo. A nivel de velocidad pura a 1 vuelta, sinceramente creo que estábamos a un nivel muy parecido los tres. Quizás la diferencia es que ellos siempre tienen su día y yo tenga más altibajos".

La emoción se apodera de Pedro de la Rosa cuando recuerda sus primeros pasos como piloto, siendo apenas un niño, y viendo a su padre (recientemente fallecido) arreglar sus coches y motos.

"Es cierto que sentía la necesidad de conducir un monoplaza desde que tenía 9 añitos y es cierto también que el gran culpable de todo ello fuera mi padre que estaba todo el día debajo de un coche arreglándolo en casa, o preparando una moto, o mi kart, o un coche de radio control. Crecí entre motores de todo tipo, creo que fue vivir mi infancia de esta manera y mamar la pasión de mi padre por los coches y motores lo que hizo que me dedicara al mundo del motor".

"Desde pequeñito siempre me han atraído los karts y los monoplazas", recuerda De la Rosa. "Recuerdo el primer día que di unas vueltas con un Fórmula Fiesta en el circuito de Calafat. Me quedé enamorado. Era mucho mejor que una moto pero la sensación de libertad era parecida".

De la Rosa: "Cuando cierro los ojos pienso en la carrera de Spa de 2010"

Ahora, que está en el tramo final de su carrera, muchas veces se ha apuntado a que en el futuro se le verá dirigiendo a alguna escudería desde el muro. Pero lo cierto es que su condición de hombre muy familiar puede poner freno a esa posibilidad.

"A mí lo que más me importa en esta vida es poder pasar el máximo tiempo con mi familia", reconoce con rotundidad. "Se me encoje el corazón cada vez que me monto en un avión y no sé cuantos días voy a estar fuera de casa. Por lo tanto, se me hace difícil seguir vinculado de una manera exhaustiva al mundo de la F1. La gente en F1 acaba viviendo para la F1, acaba sin vida personal, y esto es algo que se ve desde fuera; y es que es muy fácil que el día a día acabe atrapándote sin que te des cuenta".

Lo que está claro es que acabe cuando acabe su carrera como piloto y hombre de carreras, las interesantísimas experiencias vividas podrían dar para una jugosa autobiografía. Sin embargo, eso no parece encajar con su carácter de último 'gentleman' de la Fórmula 1.

"Sobre mi libro de memorias, jamás lo escribiré. Prefiero que la gente me recuerde como alguien que amaba su trabajo y jamás perdió su sonrisa. Si escribiese mis Memorias sería recordado por otras cosas y creo que los secretos uno se los ha de llevar a la tumba…".

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