
En declaraciones a News Ltd., Ecclestone se mostraba bastante indignado con el gobierno del país: "Puede que nosotros no queramos ir a Australia. Nuestros costes son muy altos allí y recibimos mucho menos dinero. Es muy malo para nosotros. Tenemos una lista de varios lugares que querrían tener a la Fórmula 1 y parece que vuestro Ministro no quiere la Fórmula 1, así que podemos hacerle feliz a él y a otros."
La única opción que le quedaría a Melbourne de albergar un GP de F1, sería hacer nocturna su carrera: "Si continuamos viniendo aquí, deberíamos tener una carrera nocturna," decía el británico, pero al Primer Ministro John Brumby parece que no le convence la idea.