En un primer vistazo al monoplaza, no se aprecian demasiadas diferencias respecto a su predecesor, aunque como viene siendo la tónica general, la parte trasera del mismo ha sido reducida para recuperar así parte de la carga aerodinámica perdida con la desaparición del doble difusor. En la parte delantera, el morro sigue siendo bajo, a diferencia del resto de equipos, quienes en mayor o menor medida han subido la altura de éste, y deja de ser tan afilado para presentar un diseño más redondeado y ancho.
Como muchos rivales han llevado a cabo al reducir a la mínima expresión la zona trasera de sus respectivos bólidos, el equipo ruso ha optado por un sistema de suspensiones pull rod. La nueva arma de Marussia Virgin no contará con el KERS (Sistema de Recuperación de la Energía Cinética), aunque sí poseerá el nuevo alerón trasero móvil, una de las importantes novedades de cara a la nueva temporada.
En cuanto al diseño, el negro y blanco cobran una mayor importancia tras la entrada de la compañía rusa en el equipo, teniendo una mayor presencia en el morro y los laterales del monoplaza, y restando poder a ese rojo que predominaba en el bólido del pasado año.