"Hablamos de esto con el equipo hace un mes. Michael quería el 7, primero, porque es supersticioso y cree que los números impares dan más suerte, y segundo, por sus siete títulos de campeón del mundo."
"Yo no tengo ningún problema con esto, de hecho, el número 7 solo me ha dado mala suerte a lo largo de mi carrera, así que estoy contento con en 8" sonrió Rosberg.
Hablando ya de cosas más serias, Rosberg contó que estuvo en Brackley probando el simulador la semana pasada, donde tuvo que acostumbrarse a los nuevos botones que llevará el coche en 2011, incluyendo los del KERS y del alerón móvil:
"Al principio era muy difícil" admitió. "Hay muchas cosas que tienes que tener en cuenta al mismo tiempo."