El brasileño Lucas di Grassi, uno de los debutantes en la pasada campaña, ha resultado ser uno de los grandes damnificados del mercado de fichajes al perder su asiento en el equipo Virgin en beneficio de Jerome D'Ambrosio.
"Es una pena que los asientos en la Fórmula 1 hayan sido puestos a la venta," comentó el piloto a la radio Sao Paulo Jovem Pam FM. "El equipo me dijo en muchas ocasiones que si la decisión se hubiera tomado por criterios puramente técnicos, me hubiera quedado".
"Pero el dinero habla más fuerte," lamenta Di Grassi, cuyo futuro sigue siendo una auténtica incógnita. Según comenta, Lucas está preparado para pasar "un año de transición" con el objetivo de volver a parrilla en 2012.
"Este año será un año de transición complicado y de reestructuración de mi carrera con el objetivo de regresa a la Fórmula 1 tan pronto como sea posible," concluye el brasileño, cuyo mejor resultado de la pasada campaña fue un 15º puesto en el Gran Premio de Singapur.