Michael Schumacher ha recogido el guante y rápidamente ha tranquilizado al máximo patrón reconociendo que, si las cosas van bien, está convencido de que Mercedes dará un gran paso adelante en 2011 y ganarán carreras. Con respecto a la temporada pasada, Schumacher ha insistido en los problemas de diseño y fiabilidad del monoplaza para explicar su bajo rendimiento en relación a su compañero Nico Rosberg.
"Hemos estado en la F1 durante algún tiempo y vamos a permanecer allí durante un largo periodo", aseguró tajante Zetsche. "Queremos demostrar nuestro liderazgo en esta industria para ser los mejores. No es arrogancia, es lo que se espera de nosotros. Por supuesto, esto quiere decir que si no encontramos este nivel, seremos criticados. Tenemos que sobrellevar eso. Pero esto también es una prueba de que generamos confianza".
Con respecto a Michael Schuamacher, el presidente de Daimler expresó que no quieren "estar decidiendo cada año si [Schumacher] está dentro o fuera [del equipo]". "No firmamos un contrato por un año con Michael Schumacher, lo fichamos por tres", concluyó Zetsche a la agencia de prensa DPA.Sobre las críticas que ha recibido Schumacher durante este año, Dieter Zetsche ha reconocido que si bien "el público esperaba encontrar algo mejor a lo de este año", sería un error criticar a Schumacher, pues es "muy difícil tener actuaciones impresionantes con un coche poco competitivo. Primero hay que darle un coche que muestre sus capacidades".
Por su parte, Michael Schumacher, en declaraciones a la revista alemana Auto Motor und Sport, volvió a justificar el escaso rendimiento mostrado esta temporada debido a su dificultosa adaptación a los neumáticos Bridgestone y a problemas de fiabilidad que no sufrió su compañero.
"Volviendo la vista atrás, sucedieron cosas como cuando el suelo de mi coche se quemó debido a un escape demasiado caliente, o cuando el conducto F se activaba en sitios donde no debía", reveló Schumacher. "En Spa mi conducto F no funcionó pero no dije nada. En Suzuka volvió a suceder, un problema con mi coche pero no con el de Nico. Le dije a Norbert Haug y a Ross Brawn que era momento de explicarme las razones".
"Yo prefiero hablar dentro del equipo, y estoy convencido de que en 2011 los problemas no volverán a ocurrir", afirmó Schumacher quien continuó criticando al monoplaza: "El diseño del coche estaba comprometido con las ruedas, era difícil para mi pilotar de la forma que yo quería".
Sin embargo, Michael Schumacher tiene ya la vista puesta en 2011: "Daremos un gran paso adelante y, si todo va bien, ganaremos carreras, pero no podemos atrevernos a pensar que estaremos luchando por el campeonato".