La FIA llamó a declarar a Massa y Hamilton tras la sesión y, una vez habían escuchado a ambos, tomaron la decisión de dejar la parrilla como estaba, calificando lo ocurrido como "incidentes de vuelta".
Felipe considera correcta la decisión de los comisarios: "Al final de la sesión, me llamaron a declarar ante los comisarios por ese incidente y también por el que tuve con el propio Hamilton en Q2. Este tipo de cosas pueden ocurrir, como podemos deducir del hecho de que no se hayan tomado medidas al respecto."