
"Sería frustrante, porque todos hemos trabajado con la consigna de que las órdenes de equipo son ilegales", dijo el británico a BBC Sport. "La FIA ya dictó la resolución, tomó cartas en el asunto y eso es todo, está claro para todos. Sólo tenemos que seguir trabajando y tratar de hablar en el circuito".
Esta posición adoptada por Horner sigue la teoría del antiguo presidente de la FIA, Max Mosley, que aseguró recientemente que una victoria por menos de siete puntos del asturiano "haría que el campeonato se devaluase".
Pese a sus miedos, Horner espera que el campeonato no termine con ese resultado. "Nuestros pilotos todavía tienen una buena oportunidad, sobre todo Mark, de levantar el trofeo al final del año," concluyó el inglés.