Durante esos minutos, el sueño de hacerse con el título parecía tan cerca como había estado en otras ocasiones que terminaron de la misma manera. Con problemas mecánicos (Bahrein o Australia) o fallos de pilotaje (Turquía o Bélgica). Tal es así que Vettel es el único de los seis primeros que nunca ha liderado el Mundial en la presente temporada.
Ese dato resulta difícil de asimilar viendo la cantidad de ocasiones en las que el famoso dedo de Vettel ha salido a relucir en la celebración de sus triunfos parciales provocando la ira injustificada de algunos sectores de aficionados. Cada uno está en su derecho de plasmar sus emociones como crea conveniente y es eso lo que pone la salsa a esa parte de la Fórmula Uno que no son las carreras.
El resumen es claro. Con nueve poles en 17 Grandes Premios, Seb está cerca de descolgarse definitivamente de la lucha por el título. El alemán tiene tres contendientes por delante de él que nunca han disfrutado de un coche superior al que él ha tenido en sus manos, salvo en contadas ocasiones. Incluso su compañero de equipo, ese veterano australiano que no había copado una portada en ocho años en el Gran Circo, está bastante mejor colocado que él.Es un duro golpe para alguien poco acostumbrado a que los planes salgan mal. Podrá mirar a un lado y pensar en que, sin roturas mecánicas, estaría en cabeza del campeonato, pero la gran lección de este campeonato es que los problemas azotan a todos en mayor o menor medida. Contra eso no se puede luchar, pero sí contra los fallos propios.
Vettel ha echado a perder muchos puntos por su excesiva impulsividad. Estrellarse con su compañero en Turquía, llevar al límite esa lucha fratricida en Silverstone o terminar la carrera contra el monoplaza de Button en Spa son errores que deberían hacer reflexionar al joven alemán. Sólo desde esa autocrítica alcanzará el siguiente nivel que sigue buscando otro piloto sublime como Lewis Hamilton.
Después de lo ocurrido en Corea, la temporada está prácticamente perdida para Vettel y según pintan las cosas para Red Bull si continúan sin apostar por Mark Webber. Es su hombre mejor posicionado y el único, aparte de Alonso, que sigue dependiendo de sí mismo para conseguir el ansiado trofeo. Contar con la ayuda de Vettel para hacerse con dos victorias que le darían ineludiblemente el título sería esencial, pero aparentemente eso no será lo que veremos en Brasil.