Mosley asegura que era "extremadamente improbable" que el patrón de McLaren no estuviera al tanto del espionaje dentro del equipo. "Si cuando Ron tuvo constancia de ello, hubiera símplemente llamado a Jean Todt y dicho 'escucha, tienes que saber sobre Stepney' ni hubiéramos oído hablar de todo esto". "La siguiente oportunidad que tuvieron fue cuando fueron descubiertos con la documentación, y tendrían que haber venido al Consejo Mundial del Deporte y haber dicho 'Mirad, lo siendo mucho, alguna de mi gente lo sabía pero voy a erradicar esto'. Hubiera habido una modesta multa y puede que una deducción de algunos puntos como mucho y todo habría acabado".
Pero, como todos sabemos, esto no sucedió nunca: "Cada vez que hablo con él me asegura que nunca miente, que nunca ha dicho una mentira y que no nos ha mentido. Cuando conoces a alguien durante 40 años es muy difícil de decir 'No te creo'. Pero al final cualquier abogado o policía incluso no muy perspicaz lo creería por un momento".
Mosley también aclaró que el caso de espionaje de Renault no tiene nada que ver con lo de McLaren: "En el caso de Renault, cada uno de los documentos y entrevistas nos fueron enviados, desde el principio, en contraste con McLaren, donde se nos denegaron. Y cuando todo estuvo sobre la mesa, había cuatro esquemas, sólo eso. No había otras pruebas. El caso de Renault no tiene ninguna relación con el de McLaren. Pero McLaren le dio cuidadosamente la vuelta - en realidad, mintieron - creando una percepción de que tenía relación".En definitiva, Mosley acusa a Dennis de tener constancia del caso de espionaje y callar y, además, de mentir para perjudicar la imagen de Renault. Pese a todo, Dennis sigue empeñado en seguir en su puesto, aunque su dimisión sería, a día de hoy, lo único que de verdad podría cerrar todo este escándalo.