
El diseñador alemán contará con un presupuesto de 300 millones de dólares para la construcción del circuito, que estará situado en una zona ondulada cerca del aeropuerto y el objetivo será diseñar un trazado rápido al estilo de Silverstone, Spa o el propio Hockenheim.
La inversión para el circuito es totalmente privada y se utilizará para el desarrollo de combustibles alternativos, además de los eventos de competición y se valora muy positivamente su situación geográfica, que hará que muchos aficionados puedan desplazarse para ver la carrera.