A McLaren le ha pasado lo peor que le podría pasar: tener a sus dos pilotos los mejor colocados y que se llevara el Mundial el que menos posibilidades tenía.
La actuación global de Ron Dennis a lo largo de toda la temporada ha sido errática y hoy se han visto los resultados. Han tenido el Mundial de Pilotos al alcance de la mano y él mismo ha sido el que lo ha dejado escapar. Ahora muchos bromean sobre su "total igualdad" entre pilotos, que se ha saldado con un Mundial empatado a puntos entre Hamilton y Alonso.
Si Ron Dennis hubiera sabido controlar a su pupilo en Hungría, hoy Alonso sería tricampeón del mundo. Pero Dennis se equivocó de rival y se encargó de luchar contra su propio piloto. Un piloto que no le ha dirigido la palabra ni a él ni a su compañero de equipo durante toda la temporada.
Tampoco han sabido llevar bien un polémico caso de espionaje. Dennis no ha sabido gestionar una importante crisis interna que se le ha ido de las manos en más de una ocasión.
Y por último, fracaso de la prensa inglesa. Tan culpable del derrumbe de McLaren como el propio Ron Dennis, presionando a un equipo e idolatrando a un novato ante la opinión pública. La cadena ITV se ha tenido que tragar el tributo que había preparado para el inglés, y que sólo ha emitido en parte. Y eso después de perder ayer la final de Rugby. El que siembra vientos, recoge tempestades...