¡A perro flaco todo son pulgas! Y es que el equipo Renault hoy ha vivido uno de los peores días de la temporada, por no decir el peor. No sólo se le han marchado dos patrocinadores importantísimos, si no que además su segundo piloto, Romain Grosjean, ha estado a punto de ser operado de apendicitis.
El franco-suizo ingresó en un hospital de Singapur con fuertes dolores y poco le faltó para que le operasen porque la cosa tenía mala pinta, pero finalmente el joven se ha recuperado sin necesidad de pasar por el quirófano. Eso sí, su participación en el Gran Premio aún no está clara y por eso el piloto reserva de Renault, Luca di Grassi, ha estado esta tarde probando el asiento del R29, por si tiene que subirse finalmente al monoplaza.