Después de una reunión en Ginebra a la que asistieron Mercedes, Ferrari, Renault, Hona y representantes de la FIA, incluído al presidente Jean Todt, se acordó de forma unánime no endurecer el reglamento. Así pues, el número de 'tokens' disponible seguirá siendo de 32, y las áreas de desarrollo que iban a ser bloqueadas (el nivel de alzado del cárter, la válvula de conducción, parte del cigüeñal, el sistema de válvula por aire y los sistemas secundarios de conducción) quedarán abiertos.
Esta decisión es muy importante para motoristas como Honda y Renault, después de los problemas que han tenido en 2015. Esto significa que las marcas no tendrán que acelerar su desarrollo durante los próximos cuatro meses y medio, y ahora podrán trabajar en problemas futuros durante la temporada en vez de ver inviable recuperar terreno con los rivales.
El objetivo de la reunión en Ginebra fue determinar un mejor nivel en la parrilla para los cuatro motoristas, no solo para 2016, sino también a largo plazo. Se cree que, en este sentido, Todt jugó un papel clave a la hora de determinar procedimientos positivos y constructivos para el deporte. La normativa en relación al suministro de motores antiguos, como ha pasado este año con Manor y su motor Ferrari de 2014, no ha recibido luz verde.
Así pues, Toro Rosso tendrá permitido rodar con un motor Ferrari de 2015 durante el año próximo. La Comisión de la F1 es ahora quien tiene que secundar todas las propuestas, que se espera que sea una mera formalidad, antes de que el asunto pase al Consejo Mundial del Deporte de Motor, que llevará a cabo una reunión a finales de diciembre.