"Creo que ese es el enfoque maduro, porque el deporte trata, por un lado, de competir, por lo tanto, del espectáculo, el aspecto comercial básicamente, por lo que los propietarios de los derechos comerciales tendrán un interés enorme en ello. Y, por otro lado, se trata de la federación, que es la que dicta las normas. Podemos coger cosas del sistema que teníamos antes, en el que teníamos grupos de trabajo que consideraban las opiniones de los equipos, algo como un comité experto, en el que las ideas y estrategias puedan debatirse y determinarse", explica Kaltenborn.
Complicaciones
Así, y estando a favor de encontrar medidas para salvaguardar a los equipos contra un abuso de poder, la de Sauber insiste en que la F1 necesita cambiar porque, de lo contrario, "nunca tendríamos ningún cambio en el sistema para que las reglas se simpliquen", una clave que permitiría a equipos como Sauber jugar una parte equitativa en el futuro del deporte. "Si permites que la gente haga unas reglas que tengan sus propios intereses, has de abastecer todos sus intereses con algún tipo de acuerdo, y ahí es cuando todo se complica".
"No hay que tener necesariamente un Acuerdo de la Concordia, siempre y cuando se garantice transparencia. Pero eso no se promete, y lo mismo con el Grupo de Estrategia. Uno puede debatir la representación en ese grupo porque, obviamente, los equipos más pequeños no están de acuerdo. Se trata del deporte entero, por lo que no solo tenemos a los equipos grandes que buscan estrategias que les vayan bien. Pero el paso necesario para obtener una estrategia y crear un foro en el que todo el mundo debata y decida nunca se ha dado. Siempre se ha decidido todo y, o lo tomas, o lo dejas. Y, actualmente, ni siquiera se ponen de acuerdo entre ellos mismo, algo que es incluso peor", añade la jefa de Sauber.