También existía la posibilidad de revisar las conversaciones para conseguir ingresos más equitativos según los resultados en el deporte, especialmente después de que hayan salido a la luz los últimos pagos hechos a los equipos. Sin embargo, tras la reunión en Biggin Hill, todo parece indicar que estas ideas se dejaron a un lado y el Grupo de Estrategia se centró más en recuperar los coches cliente. En la reunión estuvo presente Bernie Ecclestone, Jean Todt y los jefes de los equipos Ferrari, Mercedes, McLaren, Red Bull, Williams y Force India. El plan todavía no ha recibido luz verde, ya que les corresponde a los cuatro grandes equipos (Ferrari, Mercedes, Red Bull y McLaren) analizar los costes y la viabilidad.
Red Bull, en claros apuros
Por otro lado, se cree que el Grupo de Estrategia ha rechazado la propuesta de permitir a los equipos usar cinco motores esta temporada. Según las actuales regulaciones, las escuderías solo pueden emplear un máximo de cuatro unidades. Los equipos tuvieron permitido usar cinco en 2014, año en el que se introdujo el nuevo motor turbo V6 híbrido. No obstante, la posibilidad de volver a recuperar esa quinta unidad, perdida en 2015, estuvo en los planes durante un tiempo, y en Malasia se llegó a un acuerdo preliminar, pero parece ser que cuatro será la cantidad final permitida.
Esta decisión, sin duda, hará daño a equipos como Red Bull, que ya ha empleado su cuarto motor en los coches de Daniel Ricciardo y Daniil Kvyat, después de los problemas de fiabilidad vistos en la primera tapa del Mundial. Eso significa que los pilotos tendrán que soportar sanciones en parrilla tan pronto como el equipo emplee una quinta unidad motriz. "Ya sean cinco u ocho motores, no marca una gran diferencia para nosotros. Es inevitable que tengamos que usar ocho, o incluso nueve esta temporada", explicaba Christian Horner, jefe de Red Bull, en Autosport.