La renovación de Lewis Hamilton es un hecho que preocupa al equipo Mercedes desde el final de la pasada temporada. La presencia del dos veces Campeón del Mundo de Fórmula 1 en el equipo alemán es algo que interesa y mucho al equipo de Toto Wolff aunque parece ser que no a toda costa. Las exigencias económicas de Hamilton, según se comenta por el paddock, parecen no convencer al Team Principal por lo que las negociaciones se han alargado, y mucho.
En la última semana a la evidente dilatación de la firma del nuevo contrato, se ha sumado el equipo. El equipo de Maurizio Arribavene parece dispuesto a convertir a Lewis Hamilton en uno de los pilotos mejores pagados de la parrilla a cambio de que se una a Sebastian Vettel en 2016.
Kimi Raikkonen ya anunció hace un año su intención de terminar, por segunda vez, sus andanzas en la Fórmula 1 cuando su contrato con Ferrari expirase en 2016, y tras la profunda remodelación llevada a cabo por el equipo, los de Maranello quieren a Hamilton para llenar el asiento del último Campeón del Mundo con Ferrari.
El piloto, por su parte, Hamilton se ha limitado a asegurar que la acogida recibida la pasada temporada en el Gran Premio de Italia en Monza fue excepcional por parte de los Tifossi que le animaban a unirse a la Scuderia. "Los ánimos y la bienvenida que me dieron en Monza el año pasado fueron increíbles" aseguraba el ingles. "Algo muy diferente al recibimiento que tuve en 2007 y 2008. La gente me decía 'vente a Ferrari, vente a Ferrari'".
Para colmo Hamilton ha declarado que no hay nada de la escudería Italiana que no le guste. "¿Qué me gusta de Italia? La comida, la pasión, las chicas. También se fabrican buenos coches. No hay nada que no me guste" sentenciaba el aún piloto de Mercedes.
