"Estamos comprobando tres veces algunos problemas eléctricos que podamos tener, especialmente con el suelo, ya que es una parte que ha construido McLaren, y solamente queremos ser muy cuidadosos. Lo mínimo que puede pasar es que dañes el arnés, pero también podría fastidiarse el ECU, así que solo queremos asegurarnos de que lo miramos todo bien. Salir del garaje a las nueve, las diez, las doce o la una no cambia nada", indicó Boullier.
No buscan buenos tiempos
Por otro lado, el francés indicó que el primer objetivo en pista se centró en las tandas cortas de hasta diez intentos antes de rodar tres vueltas completas con el coche. "Primero, teníamos un plan que creo que modificamos tres veces por la mañana. Evidentemente, hay muchas comprobaciones de sistemas, lo que significa que has de ir paso a paso. Primero, tandas cortas; no se trata del chasis, los neumáticos ni nada de eso, sino más bien de preocuparse de las diferentes partes del motor: la fiabilidad, la recuperación y la comprobación de cada código".
"Por eso, nos va a costar como diez vueltas antes de pasar a la siguiente fase, que es completar tandas algo más rápidas para ver si hay algo erróneo después de tres vueltas. Así que ese va a ser el plan y, después, trataremos de cargar el motor más y empujar, quizás no hasta el límite durante estos dos días, pero intentaremos empujar más con el paquete eléctrico y la recuperación. No vamos a intentar conseguir buenos tiempos, porque no hemos trabajado con el coche", añadió Boullier.