Por su lado, Alonso acabó tercero, por delante de los Red Bull de Daniel Ricciardo y de Sebastian Vettel, cuyo RB10 podría haber sufrido en pretemporada y no tener demasiada potencia actualmente, pero sin duda cuenta con la mejor aerodinámica de la parrilla. "De momento, parece muy lejano, porque [Mercedes] tiene una gran ventaja y hemos de trabajar muy duro si queremos tener esa posibilidad [luchar por el título]. No hay nada especial que hacer, simplemente no rendirse; estamos en la cuarta carrera del Mundial, aún hay un largo camino por delante, pero somos realistas y sabemos que hay una distancia muy, muy grande", indicó Alonso en Sky Sports.
Nuevas piezas
El F14-T pareció estar en mejor forma en el Circuito Internacional de Shanghái que en Baréin dos semanas antes, cuando Alonso y su compañero, Kimi Räikkönen, sufrieron por entrar en los puntos. No obstante, el finlandés siguió teniendo problemas en China, y el tercer puesto de Alonso pareció haber sido obra del duro trabajo de Alonso más que de las mejoras introducidas ese fin de semana por Ferrari. "Trajimos nuevas partes que parecen ser un poco más competitivas; el coche parece ser un poco más rápido. En Baréin también probamos estas partes, fueron bien y lo hemos confirmado aquí".
"Por otro lado, personalmente he tenido un buen fin de semana, probablemente al nivel de 2012 en cuanto a conducción y sentirme cómodo con el coche", añadió el español, que se quedó a cuatro puntos de Vettel de lograr el Mundial en ese año. La siguiente carrera será en casa de Alonso, que ganó por segunda vez hace un año, pero el español ha señalado no poder prometer nada para Barcelona. "Daremos el 100% de nuevo y lucharemos, pero en cuanto a resultados, hemos de permanecer muy calmados y ver cómo avanza el desarrollo en estas tres semanas y ver si podemos traer nuevas partes extra", apuntó Alonso.