Pero, con la pretemporada ahora completa, Alonso cree que los cambios en los coches de este año no tendrán un efecto grande en la competición. "No hay una gran diferencia con el año pasado. En cuando al estilo de conducción, no hay nada grande. Estuvimos ahorrando neumáticos desde la primera vuelta de las tandas el año pasado, y ahora ahorramos neumáticos desde la vuelta uno; así que nada cambia. No creo que las cosas cambien mucho, pero obviamente los coches son más lentos", señaló en Autorsport.
Menos potencia en carrera
El bicampeón también apuntó que no está impresionado con el hecho de que la F1 sea más lenta en una distancia de carrera este año: "Los coches tienen una menor carga aerodinámica, y en carrera tienen menos potencia porque has de gestionar la batería un poco más en clasificación. Todas estas cosas hacen que la carrera sea más lenta en su distancia total. Nos gusta pilotar coches rápidos, no lentos".
Por último, Alonso habló de los motores de este año, que mostraron un comportamiento distinto en Baréin: "Definitivamente, son diferentes, a pesar de las velocidades y las rectas. En la salida de una curva, la manejabilidad es diferente, porque el turbo arranca, así que has de anticiparte cuando llega la potencia. También está la potencia en recta, que se siente algo diferente; el KERS hace mucho trabajo. Hoy en día, tenemos casi el doble de potencia [del ERS], por lo que eso es un gran empuje cuando se activa. Es extraño".