Por su parte, Newey cree que este cambio será un duro golpe para Red Bull. "Casi no hay efecto proveniente del escape con la posición de salida de más, y tampoco por el hecho de que el turbocargador obtenga mucha energía, así que prácticamente no se deja nada atrás. Probablemente, hemos realizado un mejor trabajo que nuestros rivales a la hora de desarrollar el mejor uso de la situación de los escapes a partir de las actuales restricciones, por lo que desgraciadamente somos los que más tenemos que perder", dijo Newey en James Allen On F1.
Muchos cambios en un año
Respecto al resto de cambios, el jefe técnico de Red Bull comentó que el alerón delantero, que será más estrecho, será un gran cambio junto a los motores V6 turbo: "Creo que el gran problema será, sobre todo, el alerón delantero más estrecho. Quitar 100 milímetros de esa zona no parece mucho, pero realmente es un gran cambio porque sitúa el 'endplate' justo en el medio de las ruedas delanteras, por lo que creo que, desde el punto de vista aerodinámico, tratar de recuperarse de eso será uno de los grandes retos. Además, está el enrome reto del paquete motor. La unidad de potencia, debería decir, es ahora una bestia muy complicada. Es mucho más complicado en comparación a la instalación de un V8".