La reglamentación técnica cambia y el equipo austriaco podría ver tambalearse su dominio al frente de la competición, pero Christian Horner afirma que no teme este cambio, ya que sus socios franceses tienen un largo y exitoso recorrido en la fabricación de motores turbo: "Renault tiene una larga trayectoria y hemos logrado cosas fenomenales con ellos. Quizás no tienen el presupuesto de otros equipos, pero han sido prudentes en la forma en que lo gastan. Estamos bastante seguros de que vamos a tener un motor competitivo".
La marca francesa entró en la Fórmula 1 en el año 1977 con un motor turbo, el cual les dio tantos problemas de fiabilidad que el monoplaza terminó con el sobrenombre de "la tetera amarilla" por la humareda que dejaba sobre la pista. A pesar de todo, la escudería logró su primera victoria dos años después de su debut.
Una estrecha relación entre Red Bull y Renault
"Hay una gran cantidad de rumores dando vueltas en esta época del año, pero como siempre, lo importante es lo que sucede cuando cae la bandera en Melbourne", afirmó Horner para Autosport, quien además declaró que a pesar de que Renault suministra motores a otros equipos, ellos son la escudería principal y la prioridad del fabricante de propulsores: "El estatus que tenemos como sus socios, hace que el máximo esfuerzo sea para la optimización del motor y del coche de Red Bull. Renault ha trabajado de forma muy estrecha con nosotros en la instalación del motor".