Paul Hembery, director de Pirelli Motorsport:
"A diferencia de China, aquí la clave para la gestión de los neumáticos va a ser la degradación térmica, con temperaturas del asfalto superiores a los 40 grados centígrados. Con tantos puntos de tracción y frenada, esto supone un reto sobre todo para los neumáticos traseros, y ese será el factor restrictivo. El circuito evoluciona continuamente, así que los tiempos deberían ser cada vez más rápidos, aunque el tiempo de la pole de este año ya es más rápido que la pole del año pasado, que fue establecida con un compuesto nominalmente más blando".
"La diferencia de prestaciones entre los dos compuestos es mucho más pequeña que en China, alrededor de 0,6 segundos por vuelta, lo que significa que existen varias posibilidades estratégicas distintas, ya que no hay un camino evidente a seguir. Esto es algo que ya hemos visto en calificación, pues los equipos han abordado cada sesión de formas diferentes. Los adelantamientos son bastantes fáciles en Baréin en comparación con muchos otros circuitos, y todo apunta a que aquí el neumático duro puede ser el neumático preferido de carrera, con algunos equipos optando por el medio. El problema visto en el Mercedes de Lewis Hamilton durante los entrenamientos libres no ha sido resultado de una rotura estructural del neumático, sino que posiblemente se ha debido a la presencia de algún resto sobre la pista".