"Hoy nos hemos concentrado en comparar los compuestos, empezando con el blando y yendo hacia el duro por la tarde. La pista estaba más fría que ayer, sobre todo por la mañana, lo que ha hecho más difícil adaptar el coche y encontrar el nivel de adherencia correcto", afirmó el asturiano. Las condiciones climatológicas han sido otro de los protagonistas hoy en Montmeló, ya que las temperaturas eran bastante más bajas y el sol apenas ha brillado durante el día.
"Hemos probado varias configuraciones aerodinámicas y, por primera vez, hemos hecho cambios en el set-up para conseguir una buena comprensión del comportamiento y degradación de los neumáticos. Con cada cambio que hacíamos, el coche reaccionaba como esperaba y fue útil probar diferentes configuraciones, sobre todo para averiguar qué dirección necesitamos seguir en la próxima semana, en la que habrá mayor énfasis en el rendimiento", dijo Alonso, pensando ya en los últimos entrenamientos de la pretemporada.
Los Pirelli: el quid de la cuestión
Uno de los aspectos más comentados en el paddock durante estos días, vitales para los equipos de cara al inicio del mundial, son los nuevos neumáticos. Pirelli ha vuelto a apostar por diseñar unas gomas más agresivas, después de que, tras un inicio alocado, los equipos acabaran 2012 dominando a la perfección el comportamiento de sus neumáticos. Todos los equipos coinciden en la alta degradación de los nuevos compuestos, algo que el ovetense confirma:
"De nuevo este año, los neumáticos serán uno de los aspectos cruciales para gestionar: son más blandos y rápidos, pero también menos consistentes y se degradan rápidamente a cada vuelta. Tendremos mucho trabajo para hacer hasta comprender la mejor manera de equilibrar el monoplaza, pero es igual para todos los equipos", dijo el español para finalizar.