"Los motores serán sonoros, pero creo que sonarán de forma agradable. La frecuencia será más elevada y, con el turbocagador rodando a 125.000 rpm, serán estruendosos. Cuando estás de pie junto a uno de ellos en las pruebas de tracción, se necesitan protectores para las orejas. También añadirán calidad a la competición. Se acercará más a una forma de pensar de los pilotos en la que necesitarán sacar el máximo partido del coche y de la energía disponible. Los motores también repartirán más torsión, sobre todo a la salida de las curvas. Serán monoplazas que tendrán más potencia en vez de agarre a la salida de las curvas, algo que todos disfrutaremos. Además, pondrán de nuevo a la F1 a la vanguardia de las nuevas tecnologías, que es lo que los seguidores quieren", comentó Cowell.
El KERS será totalmente necesario
El director técnico del equipo Red Bull, Adrian Newey, sugirió el pasado año que los motores serían el factor crítico que decidiría el resultado del Mundial de 2014. Coweel pensó en aquel entonces que era demasiado pronto para saber el impacto que tendrán los motores, pero estaba seguro de que la importancia del motorista sería mucho mayor de lo que era ahora, un cambio que sería bienvenido. "Estamos devolviendo el motor al mundo del deporte de motor, pero hasta qué punto solamente lo sabremos en 2014. Definitivamente, supondrá mucho más que una simple influencia", añadió Cowell.
Las nuevas unidades turbo V6 producirán la misma cifra (750hp) que los motores actuales, pero un porcentaje más elevado de lo que saldrá de los sistemas de recuperación de energía. El KERS actual produce 80hp por 6,7 segundos en cada vuelta, mientras que el nuevo KERS producirá 161hp por 33,3 segundos en cada vuelta. "Hoy en día, es complicado ser rápido sin el KERS, pero en 2014 será imposible correr sin el ERS", finalizó Cowell.