Lo cierto es que a día de hoy, que Robert vuelva a ponerse a los mandos de un Fórmula 1 durante un Gran Premio todavía sigue siendo una incógnita, pero pese a ello el polaco no se rinde y sigue trabajando para hacer que eso sea posible. Hasta el momento ha sido capaz de pilotar ya coches de rally, gracias a la evolución de su rehabilitación y a que el esfuerzo requerido en sus zonas más afectadas es menor del que tendría que hacer en un monoplaza de Fórmula 1.
Ese es su principal obstáculo, según publica este mismo jueves la prestigiosa revista británica Autosport, donde se afirma que Kubica todavía está luchando por recuperar la movilidad total en su mano derecha. La posición del piloto en un monoplaza, apuntan, deja el codo prácticamente inmovilizado al estar atascado entre la cadera y el lateral del habitáculo. Esto hace que deban ser el antebrazo y la muñeca los encargados de realizar el movimiento, y precisamente esas son las zonas que Robert todavía necesita recuperar al cien por cien.
Prefiere mantenerse al margen de la prensa mientras se recupera
Desde aquel fatídico 6 de febrero del pasado año, y salvo una pequeña entrevista posterior a las primeras operaciones que le salvaron el brazo, el piloto polaco se ha mantenido totalmente al margen de la prensa y de los actos públicos. Como residente en Mónaco, había cierta expectación por saber si acudiría al Gran Premio hace dos semanas, pero no fue así. Es otro claro ejemplo de que Robert prefiere seguir recuperándose en silencio antes que hablar de lo que únicamente serían elucubraciones acerca de su regreso, todavía en el aire.
El propio Kubica lo deja tajantemente claro en una cita publicada por Autosport: "¿Para qué voy a hablar con la prensa sabiendo que no podré responder a la primera pregunta que me harán? Me dirán, 'a ver, Robert, ¿cuándo volverás?' Y no sabría qué decirles."
Quienes le conocen aseguran que su accidente no le ha hecho perder ni un ápice de su pasión por pilotar, y que participaría en otra categoría o especialidad de no poder regresar a la Fórmula 1. La realidad es que, ahora mismo, su futuro todavía sigue sin estar claro, y deberemos seguir esperando.