El sistema que está generando toda esta controversia se aprovecha del movimiento del DRS para canalizar el aire a través de un conducto, y así modificar la aerodinámica en otras partes del monoplaza, como puede ser el alerón delantero, cuando el alerón trasero móvil está activado. Con ello se obtiene un incremento en la velocidad punta que sería de gran ayuda especialmente en clasificación.
Según informa Autosport, representantes de Red Bull y Lotus se reunieron este mismo sábado, tras el final de la tercera sesión de entrenamientos libres, con el jefe del departamento técnico de la FIA, Charlie Whiting, para debatir sobre el tema. Todavía no se han producido declaraciones oficiales, ni se conocen los detalles de lo que se ha estado debatiendo, pero se cree que el asunto se centra en los artículos 3.15 y 3.18 del Reglamento Técnico de la Fórmula 1.
El primero de ellos dice así: "Con la excepción de las partes necesarias para el ajuste descrito en el Artículo 3.18, cualquier sistema, dispositivo o procedimiento que utilice el movimiento del piloto como medio para alterar las características aerodinámicas del coche está prohibido."
El segundo de ellos, mencionado en el anterior, menciona los elementos que componen el DRS en el alerón trasero como excepción a la norma. Red Bull y Lotus creen que no hay ninguna razón basada en el reglamento por la que el concepto de F-Duct de Mercedes pueda permitirse.
Whiting defendió la legalidad del sistema, al ser este totalmente pasivo
Sin embargo, Whiting dejó claro este jueves que la legalidad del sistema se basa en que es totalmente pasivo: "No hay partes móviles en él, ni interactúa con suspensión alguna, ni con la dirección... Por tanto no puedo ver una regla que lo prohíba."
Whiting podría emitir una aclaración del asunto, como ya se hizo con el sistema de suspensión reactiva de Lotus. En caso de que se mantenga firme en su postura, Red Bull y Lotus podrían presentar una reclamación al respecto después de la clasificación del Gran Premio de Australia.