Los de Milton Keynes y los de Woking dedicaron la mayoría de los días a rodar y probar cosas, mostrando una consistencia considerable en sus tiempos con el depósito bastante lleno. Todo lo contrario ha sucedido en Ferrari que ha sido la escudería que menos vueltas ha sumado en estos cuatro días. Y como cabe esperar, desde Maranello ya han saltado las alarmas a las primeras de cambio: la presión de 2012 está patente en cada departamento de la factoría y eso se nota.
La expectación que han tenido estos primeros test ha sido, como era de esperar, bastante grande, y al parecer, el F2012 ha sido el monoplaza que más dudas ha sembrado entre los ingenieros. Restando la temprana vuelta rápida que consiguió Fernando Alonso el viernes, el eco que ha generado el equipo italiano entre el 'paddock' se resume en unas declaraciones de un viejo piloto de la Scuderia, Mika Salo, quien dijo al diario suizo Blick: "El F2012 tiene problemas en cada curva".
Lo cierto es que estas declaraciones no van tan desencaminadas: el propio Fernando Alonso declaró el viernes tras terminar los test que "estamos a un 20% de comprender el comportamiento total del coche". Viéndolo así, podríamos llegar a pensar que no están tan mal de todo si pensamos que son los primeros test de 2012, pero recordemos que los de Maranello juegan con un factor en su contra que los demás no padecen: el tiempo.
No cabe duda que el F2012 ha sido el diseño más arriesgado de la parrilla -principalmente porque han querido incorporar muchas cosas juntas al mismo tiempo- y ahora es cuando viene la fase de entender su comportamiento global y de que todo el conjunto funcione a la perfección como si de una sola pieza se tratase. Han estrenado muchas cosas con respecto al 150º Italia: una suspensión 'pull rod' delantera y trasera, una nueva dirección asistida, un nuevo sistema de frenado, una nueva distribución de radiadores más pequeños, además de, entre otros, unos polémicos escapes carenados que tanda polémica están creando dentro y fuera de la pista.
Así pues, hay rumores -no confirmados desde Maranello hasta la fecha- que la Scuderia ha encontrado este primer talón de aquiles de comienzos de temporada. Durante los test de Jerez el equipo ha visto que había muchos altibajos en el rendimiento del monoplaza y no sabían el porqué de esta inestabilidad que se daba incluso cuando se probaba dentro del mismo 'stint' y con la misma configuración en el monoplaza. Tras una parada de Fernando Alonso en 'boxes' la mañana del viernes y tras reunirse con su grupo de ingenieros, han encontrado la clave de este: una deformación en ciertas partes de 'materiales avanzados' del chasis del F2012 producía una desviación en el flujo de aire óptimo y, consecuentemente, una caída en el rendimiento global del monoplaza. Este problema no se dio en la maqueta con la que han probado en el túnel de viento de Maranello y es por lo que a los ingenieros les ha costado mucho sudor encontrar el problema. La verdad que no se sabe si ha sido un fallo en la fabricación o en el cálculo, porque se habla de que incluso la sujeción de algunas partes al monoplaza no eran totalmente estables.
Una vez descubierto el problema, Fernando Alonso se pasó el resto del día del viernes rodando a velocidad constante para comprender cuáles eran las partes afectadas, además de llenar el coche de parafina para ver el curso del flujo de aire sobre el monaplaza. Los datos recabados en la telemetría del coche 'volaron' rápidamente a Maranello, y al día siguiente por la mañana, todas las partes implicadas en el diseño y en la fabricación estuvieron analizando este serio problema durante varias horas.
A fabricar las nuevas partes lo antes posible
Lo positivo de todo esto es que han encontrado pronto la raíz del problema y que saben en qué dirección trabajar para llegar a solventarlo, esperemos, antes del 21 de febrero, que es cuando comienzan los segundos test de pretemporada. La parte negativa es que el tiempo corre en su contra y que mientras los demás equipos siguen la planificación que tenían prevista para la pretemporada, Ferrari tiene que centrar sus mayores esfuerzos en reconstruir de forma rápida y con calidad un nuevo chasis que, seguramente, deba pasar de nuevo los 'crash test' de la FIA.
Además del hándicap que les supuso el no poder rodar el 'shakedown' del coche en la pista de Fiorano debido a la nieve que cubría la provincia de Módena, ahora se les suma la presión interna de que, además de tener que seguir probando otro tipo de cosas y recuperar esa falta de 'downforce' trasero de la que ambos pilotos se han quejado, saben que en los últimos test de Barcelona deberán elegir la configuración definitiva con la que se presentarán el 18 de marzo en Melbourne. Esperemos que la tercera sea la definitiva y que no haya que encomendarse de nuevo a la Virgen de Lourdes.