El técnido comenta: "Toda la suspensión trasera está completa. El chasis también lo está y pronto tendremos los test de simulación de accidentes de la FIA, que ya hemos realizado correctamente en privado. Ahora tenemos un coche completamente definido que emplearemos para controlar el sistema. La diferencia con el FW33 es que se ha mejorado el agarre y contará con todos los sistemas que nos permitirán llegar al primer test. Nuestro objetivo es, pues, tener un buen coche para los últimos test de pretemporada".
Sería una sorpresa si en carrera se parara el coche
Williams espera tener un coche completo, aunque sea en su forma básica, para mediados de enero, antes de debutar en los entrenamientos de febrero en el Circuito de Jerez, y poder ir mejorándolo para la primera carrera.
Coughlan explica: "El coche estará finalizado a mediados de enero y estaremos listos para probar en febrero. La idea es que a finales de enero todas las partes que pueden ser comprobadas lo estén, y las pruebas en pista serán una confirmación de ello. Debería haber suficiente kilometraje por lo que, si el coche llegase a pararse en pista, sería una sorpresa. Por eso, los test servirán para aumentar la fiabilidad y toda la aerodinámica del coche".