En dicho documento se recogen las actuaciones llevadas a cabo por Carlos Gracia, vicepresidente de la FIA y presidente de la federación española (RFEdA), y su ayudante Carlos Abella para cumplir con el mandato de la FIA de comprobar si se daban las condiciones necesarias para que se disputara una carrera de Fórmula 1 en el país árabe.
El veredicto de la delegación de la FIA en Baréin es contundente: "En la fecha de redacción de este informe, habiendo evaluado toda la información recibida de las entrevistas llevadas a cabo y de lo que hemos visto en la ciudad, y las impresiones obtenidas del pueblo de Baréin, mi opinión es que no hay indicios de cualquier problema o razón por los que el Gran Premio de Fórmula 1 de Baréin no deba volver al calendario de 2011".
No obstante, tras leer detenidamente todo el informe, la primera sensación que se extrae es que el trabajo realizado por el señor Gracia para analizar la situación de Baréin es aparentemente insuficiente y sesgado hacia una de las partes en conflicto.
La FIA se reunió con miembros del gobierno, pero no con la oposición
Lo primero que llama la atención es que todo el trabajo de campo realizado por la delegación federativa solamente les ocupó un día, el 31 de mayo. La agenda para esas 24 horas, la cual incluyó recomendaciones de las autoridades del país, estuvo basada en reuniones con directivos del automovilismo deportivo del país y con los ministros de Cultura y Turismo y del Interior, todos ellos miembros de la familia real gobernante.
Así, en su informe, Gracia afirma que el Ministro del Interior, "con una indiscutible sinceridad", explico "que las protestas inicialmente pacíficas se volvieron agresivas". Esta violencia de los manifestantes trajo como consecuencia, según el gobierno, "ataques brutales a los policías, provocando la muerte a cuatro agentes e hiriendo a otros 180".
Sin embargo, en cuanto a los ataques sufridos por los manifestantes, el vicepresidente de la FIA sólo recibe justificaciones, como la "liberación del 70% de los arrestados", o vagas explicaciones como la afirmación de que las denuncias sobre "violación de los derechos humanos están siendo investigadas". Finalmente, consigue la promesa de que se respetarán las manifestaciones pacíficas de los ciudadanos y los derechos humanos, pues "han aprendido la lección".
Estas reuniones reflejan un claro sesgo hacia una de las partes del conflicto político que vive el país. Probablemente cabía esperar de una organización independiente como la FIA alguna reunión con miembros de la oposición bairení o asociaciones internacionales pro derechos humanos, para tener una idea más aproximada a la realidad del emirato.
Para conseguir esta visión más imparcial, el propio Carlos Gracia solicita una reunión con algunas de las multinacionales extranjeras afincadas en el país, así como con residentes foráneos, lo que según él puede dar una "visión diferente de la situación política del país, menos apasionada y más realista". La delegada de la UNESCO en Baréin es también para el vicepresidente de la FIA un ejemplo de que el país está yendo a la normalidad, ya que "su familia ha regresado al país después sólo un mes después de abandonarlo", aunque no menciona que la presidente de Patrimonio Universal de la UNESCO es la propia Ministra de Cultura y Turismo de Baréin.
Además de dichas reuniones, la delegación de la FIA también visitó el Circuito Internacional de Baréin, donde les aseguraron que los despidos del personal del circuito producidos durante las revueltas "no se debían a razones políticas o religiosas", sino a "ausencias injustificadas". Según el vicepresidente de la FIA, la versión del director general del circuito (miembro de la familia real Al-Khalifa) se valida con la opinión de un experto laboralista (sin identificar) que asegura lo estricta que es la normativa laboral bareiní.
Carlos Gracia también decidió visitar el centro de ciudad de Manama y el centro comercial más grande de la misma, para comprobar in situ si la situación era estable bajo el Estado de Emergencia impuesto entra las 18:00 y las 4:00 horas. De hecho, difícilmente podría ver otra cosa puesto que el fin de los estados de emergencia es mantener el orden bajo la acción militar.
"Lo que presenciamos fueron ciudadanos llevando una vida normal, con mucha gente comprando y sin señales de estar preocupados por los acontecimientos recientes", explicó sobre esta visita el presidente de la RFEdA, quien también comentó la sorpresa que le causó encontrarse en dicho centro comercial con un grupo de jóvenes recogiendo firmas para devolver el GP de Fórmula 1 a Baréin. Sin embargo, según se extrae del informe, esa coincidencia no despertó sospechas en él, ni siquiera a sabiendas de que la agenda era compartida con las autoridades.
En resumen, lo que lleva al representante de la FIA a una conclusión tan favorable sobre la presencia de Baréin en el calendario de 2011, es "el anuncio del Rey de Baréin de establecer un diálogo político y un proceso de reconciliación", un ambiente de "calma total y estabilidad" que favorece de nuevo "una vida completamente normal en Baréin", así como una organización "cien por cien comprometida y preparada para el GP" y, sobre todo, el hecho de que, según su opinión, "la seguridad está garantizada, incluyendo la preparación ante imprevistos tanto dentro como fuera del circuito".