Para lograr esta limitación de los escapes, la FIA ha decidido actuar en el mapa motor que los equipos utilizan fundamentalmente en clasificación, y que les permiten mantener el flujo de los gases de escape hacia el difusor incluso cuando los pilotos están frenando y no pisan su acelerador, lo que confiere un mayor agarre aerodinámico del monoplaza.
Por tanto, la federación internacional no prohíbe en sí los difusores soplados, sino el flujo constante de los gases de escape desde el motor hacia estos. Y para ello, a partir de la próxima carrera, solo se permitirá que durante las frenadas el volumen de gases de escape sea el 10% del máximo al que se llegue con el acelerador pisado.
La base jurídica que ha utilizado la FIA para prohibir este tipo de mapa motor es el artículo 3.15 del reglamento técnico, por el cual se prohíben los elementos aerodinámicos móviles como aquel 'mass damper' diseñado por Renault F1 Team.
Christian Horner sobre la prohibición: "Es el precio del éxito"
Las primeras reacciones de las escuderías no se han hecho esperar, y aunque lamentan la decisión tomada por la FIA, aún no tienen claro en qué medida afectará al rendimiento de sus monoplazas.
"Esto va a afectar a todos los equipos", aseguró Ross Brawn, jefe de equipo de Mercedes GP. "Los equipos han estado desarrollando sus sistemas de gestión del motor para obtener el máximo beneficio de los tubos de escape, y la FIA quiere empujarnos en otra dirección".
"No tengo ni idea de como resultará, pero ha obligado a todos los equipos a tener un nuevo enfoque en cuanto a lo que están haciendo en términos de estrategias de motor. Esos escapes que oíamos petardear, no creo que los oigamos nunca más", agregó Brawn.
Su colega de Red Bull, Christian Horner, coincidió en su análisis: "Creo que va a tener efecto en todos los equipos que lo han estado utilizando. Lo que parece ser el 90 por ciento de la parrilla, si nos fijamos en cuántos equipos están corriendo con difusores soplados".
En cuanto a los rumores que apuntaban a que Ferrari podría haber estado detrás de este cambio normativo de la FIA, al no poder lograr maximizar el beneficio de los escapes del mismo modo que Red Bull o Lotus Renault GP, Horner aseguró que "es la inevitable y desafortunada consecuencia del éxito".