Todos hemos podido comprobar como al final de cada carrera la pista, fuera de la línea de paso, queda absolutamente llena de estos trozos de goma. Y esto mismo pasa en todas y cada una de las sesiones de entrenamientos de un fin de semana de Gran Premio. La suciedad es tan alta que, cuando los coches se guardan en sus garajes, los operarios del circuito han de salir a barrer el asfalto antes de la siguiente sesión.
Más de media tonelada de goma queda en pista
Según se ha podido saber, cada neumático de Pirelli pierde alrededor de 1,5 kg de goma por 'stint'. Haciendo un pequeño cálculo, con 4 ruedas por monoplaza, 24 coches y 3 paradas para cambiar neumáticos, nos sale que al final de una carrera quedan en pista nada más y nada menos que 576 kg de goma.