Las mayores pérdidas se produjeron durante las primeras semanas (incluso el primer día en el mercado la bajada ya fue de casi un 4%) y en los últimos días el valor de las acciones se ha estabilizado bastante. Pero aún así, los inversores siguen sin confiar en el equipo, algo lógico viendo el arranque de temporada de la escudería de Grove.
El peor inicio de temporada
El de 2011 está siendo el peor arranque de año de la historia de Williams, no habiendo conseguido ni un solo punto en las tres primeras carreras (en las dos primeras ni siquiera pudieron cruzar la línea de meta). Sin resultados no hay patrocinios y sin patrocinios no hay inversores, pues no se van a arriesgar a meter su dinero en un lugar donde pueden perderlo.
La situación del equipo británico es muy complicada actualmente, tanto en lo deportivo como en lo económico, y parece que sus únicas oportunidades para salir del pozo estarían en volverse a asociar con un fabricante (como hizo con BMW), o en encontrar a un gran inversor que apueste fuerte por Williams y meta dinero de verdad, aunque esto último parece más complicado.
Incluso el consultor de patrocinio del equipo, Julian Cottam, es pesimista y crítico con la salida del equipo a bolsa: "No veo ningún motivo en absoluto para que una marca se asocie con un equipo que ha tomado una mala decisión. No veo por qué Patrick Head (cofundador del equipo) estaba tan decidido a deshacerse de sus acciones en un momento en el que Williams ha tenido un largo período sin ningún gran éxito en la pista".