La FIA había dado a los organizadores hasta el 1 de mayo para resolver los problemas políticos que obligaron a posponer el Gran Premio y solicitar una nueva fecha. Sin embargo, las protestas del fin de semana han obligado intervenir a las tropas de Arabia Saudita, declarándose el estado de emergencia para los próximos tres meses.
En una declaración leída en el principal canal de televisión, se anunció que el rey había "autorizado al comandante de defensa a tomar todas las medidas necesarias para proteger la seguridad del país y sus ciudadanos".
Bernie Ecclestone ya ha dicho varias veces que el Gran Premio podría celebrarse en una fecha posterior siempre que se pueda garantizar que no habrá problemas: "Si el Príncipe opina que su país es capaz de albergar una carrera, volveremos a Bahréin"Ecclestone quiso aclarar que la situación política de un país no es asunto de la FIA ni de la Fórmula 1: "La Fórmula 1 nunca debe meterse en política, y punto. Los empleos de cinco mil personas están directa o indirectamente vinculados y quiero asegurar estos puestos de trabajo. Mi negocio no es hacer política. Ya tenemos a los políticos para eso".