Los motores en sí no sufrirán modificación alguna, pues Infiniti es la marca de lujo del fabricante japonés Nissan, compañía hermana de Renault. Sin embargo, esta modificación supondrá que el equipo de las bebidas energéticas obtendrá sus motores de forma gratuita, lo que les supondrá un ahorro de hasta el 5% de su presupuesto total.
Red Bull era el único de los equipos cabeceros que tenía que pagar por sus motores, un precio que está fijado en 8 millones de euros según un acuerdo entre todos los suministradores de motores de la F1 y los equipos pertenecientes a la FOTA. A pesar de que dicha tasa redujo el presupuesto del que dispondría el equipo para desarrollar sus monoplazas, los austríacos se alzaron con el título de constructores y también con el de pilotos, este último en manos de Sebastian Vettel.
Todo apunta a que Red Bull iniciará la temporada como claro aspirante al título. Con este acuerdo, que se espera sea anunciado oficialmente en el Festial del Motor de Génova este martes, el equipo comandado por Christian Horner obtendrá igualdad presupuestaria respecto a sus más cercanos competidores.Por otra parte, Nissan y Renault están intentando impulsar la presencia de Infiniti en un mercado altamente competitivo, donde sus mayores rivales son gigantes de la talla de Audi, BMW, Jaguar o Mercedes. Las dos compañías han estado vinculadas desde 1999, con la francesa sosteniendo una participación del 44.3% en Nissan y la japonesa siendo propietaria del 15% de Renault.